Pesos y medidas
Longitud |
21,5 cm |
Peso |
de 18 a 20 g |
Estado de conservación
Descripción del animal
El Picaflor gigante, conocido científicamente como Patagona gigas, es una especie fascinante y la más grande de la familia de los colibríes. Este impresionante ave habita principalmente en los bosques montañosos y valles de Sudamérica, extendiéndose desde el norte de Venezuela hasta el sur de Chile y Argentina. Su tamaño es considerablemente mayor en comparación con otros miembros de su familia, alcanzando hasta 23 centímetros de longitud y un peso que oscila entre 18 y 24 gramos, lo cual es sorprendente para un colibrí.
El plumaje del Picaflor gigante es predominantemente verde metálico en la parte superior, con tonalidades que pueden variar ligeramente dependiendo de la luz y el ángulo desde el que se observe. Su garganta es de un color gris pálido o blanco, mientras que el pecho y el vientre presentan tonos más claros que contrastan con el verde brillante de su dorso. Los machos y las hembras son similares en apariencia, aunque las hembras suelen ser un poco más pequeñas y menos coloridas.
Una de las características más destacadas del Picaflor gigante es su capacidad de vuelo. A pesar de su tamaño, puede batir sus alas hasta 15 veces por segundo, lo que le permite mantenerse suspendido en el aire mientras se alimenta del néctar de las flores con su largo pico curvado, adaptado perfectamente para acceder al alimento en flores de forma tubular. Además de néctar, su dieta incluye pequeños insectos y arañas, que captura con destreza en pleno vuelo o directamente de las hojas y telarañas.
El comportamiento reproductivo del Picaflor gigante es también digno de mención. Durante la temporada de apareamiento, el macho realiza complejas acrobacias aéreas y emite una variedad de sonidos para atraer a la hembra. Una vez formada la pareja, la hembra se encarga de construir un nido en forma de taza utilizando fibras vegetales, musgo y telarañas, en el cual deposita generalmente dos huevos blancos. La incubación dura alrededor de 15 a 19 días, y es responsabilidad exclusiva de la hembra, al igual que la alimentación de los polluelos hasta que están listos para abandonar el nido.
El Picaflor gigante desempeña un papel crucial en los ecosistemas que habita, actuando como polinizador de una variedad de plantas nativas. Sin embargo, enfrenta amenazas debido a la destrucción de su hábitat natural, principalmente por la deforestación y el cambio climático. Aunque actualmente no se considera en peligro de extinción, la conservación de su entorno natural es vital para asegurar la supervivencia de esta especie única en el futuro.