Pesos y medidas
Longitud |
de 50 a 80 cm |
Peso |
de 0,5 a 1 kg |
Estado de conservación
Descripción del animal
El tuátara común (Sphenodon punctatus) es un reptil fascinante y único que pertenece a la familia Rhynchocephalia. Esta especie es particularmente notable por ser uno de los pocos sobrevivientes de un grupo de reptiles que alguna vez fue próspero y ahora está casi extinto, lo que le confiere un interés científico y biológico excepcional. Originario de Nueva Zelanda, el tuátara común ha sobrevivido prácticamente sin cambios desde la época de los dinosaurios, lo que le ha valido el apodo de "fósil viviente".
Físicamente, el tuátara común es un reptil de tamaño mediano que puede alcanzar hasta 80 centímetros de longitud, incluida su cola, y pesar hasta 1.5 kilogramos. Su piel es de un color verde oliva o marrón, con manchas más oscuras, lo que le permite camuflarse eficazmente en su entorno natural. Una de las características más distintivas del tuátara es su espina dorsal, que se asemeja a una cresta y se vuelve más prominente en los machos, especialmente durante la temporada de apareamiento como un display de dominancia y atractivo sexual.
El tuátara común tiene un metabolismo extremadamente lento, lo que contribuye a su longevidad; se cree que algunos individuos pueden vivir más de 100 años. Este lento metabolismo también significa que el tuátara puede sobrevivir con menos comida que la mayoría de los reptiles de su tamaño, alimentándose principalmente de insectos, caracoles, huevos de aves, pequeños mamíferos y, ocasionalmente, de otros reptiles, incluidos miembros jóvenes de su propia especie.
Un aspecto notable del tuátara es su tercer ojo, conocido científicamente como el parietal ojo, ubicado en la parte superior de su cabeza. Aunque este "ojo" no es funcional en el sentido convencional de proporcionar una visión clara, se cree que es sensible a los cambios en los ciclos de luz y oscuridad, y posiblemente juegue un papel en la regulación de los ciclos hormonales del animal.
El tuátara común es nocturno y pasa la mayor parte del día escondido en madrigueras, saliendo de noche para cazar. Su comportamiento reproductivo es igualmente peculiar; el apareamiento puede durar varias horas y la hembra puede retener el esperma del macho durante meses antes de fertilizar sus huevos. La incubación de los huevos puede tomar hasta 15 meses, uno de los períodos más largos conocidos para cualquier reptil.
Desafortunadamente, el tuátara común enfrenta varias amenazas, incluida la pérdida de hábitat, las especies invasoras y el cambio climático. Estas amenazas han llevado a una disminución en su población, confinando a la especie a áreas protegidas y programas de conservación. Nueva Zelanda ha tomado medidas significativas para proteger al tuátara, incluida la erradicación de especies invasoras de sus hábitats y la cría en cautiverio para su posterior reintroducción en la naturaleza.
En resumen, el tuátara común es un reptil extraordinario, un eslabón viviente con el pasado prehistórico de la Tierra y un símbolo de la biodiversidad única de Nueva Zelanda. Su existencia continúa cautivando a científicos y conservacionistas, y su supervivencia es un testimonio de los esfuerzos globales para conservar las especies más vulnerables y extraordinarias de nuestro planeta.
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