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Charrán antártico

Sterna vittata

Foto: Charrán antártico
Estado de conservación
En peligro
Descripción del animal
El Charrán Antártico, cuyo nombre científico es Sterna vittata, es una especie fascinante de ave que habita principalmente en las regiones antárticas y subantárticas. Este ave es parte de la familia Sternidae, conocida comúnmente como charranes o gaviotines. Su presencia en los paisajes helados del sur del planeta le confiere una belleza y resistencia especial, adaptándose a condiciones que serían extremas para la mayoría de las especies.

El Charrán Antártico es relativamente pequeño en comparación con otras aves marinas, pero lo que le falta en tamaño lo compensa con su elegante apariencia y agilidad en vuelo. Presenta un plumaje principalmente gris y blanco, con una distintiva capucha negra que cubre su cabeza, lo que le da un aspecto muy característico y fácil de identificar. Durante la temporada de cría, su pico se torna de un color rojo brillante, añadiendo un contraste llamativo contra el blanco de su cuerpo.

Estas aves son extremadamente hábiles voladoras, capaces de realizar largas migraciones. Aunque están estrechamente asociadas con la Antártida, durante el invierno austral migran hacia el norte, alcanzando latitudes más templadas. Esta migración les permite escapar del invierno antártico, buscando aguas más cálidas donde el alimento es más abundante.

La dieta del Charrán Antártico es variada, alimentándose principalmente de peces, krill y otros pequeños invertebrados marinos. Son excelentes pescadores, capaces de zambullirse desde el aire con gran precisión para capturar su presa justo debajo de la superficie del agua.

La reproducción del Charrán Antártico tiene lugar en el verano antártico. Forman colonias de cría en playas y zonas costeras, donde construyen nidos en el suelo. La hembra generalmente pone dos huevos, que son incubados por ambos padres. Los polluelos son cuidados con gran esmero hasta que son capaces de volar y valerse por sí mismos.

A pesar de su adaptación a un entorno tan inhóspito, el Charrán Antártico enfrenta varias amenazas, principalmente relacionadas con el cambio climático y la actividad humana. El calentamiento global afecta las poblaciones de krill, una fuente primordial de alimento para estas aves, mientras que la pesca comercial puede reducir la disponibilidad de peces. Además, el turismo y las actividades de investigación en la Antártida deben ser cuidadosamente gestionadas para evitar perturbar sus hábitats de cría.

El Charrán Antártico es un testimonio de la adaptabilidad y resistencia de la vida silvestre en los entornos más extremos del planeta. Su presencia en la Antártida no solo es un espectáculo para aquellos afortunados de observarlos, sino también un indicador importante de la salud del ecosistema marino antártico. Proteger a estas aves y su hábitat es esencial para conservar la biodiversidad única de la región antártica.
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