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Charrán ventrinegro

Sterna acuticauda

Foto: Charrán ventrinegro
Estado de conservación
En peligro
Descripción del animal
El Charrán ventrinegro, cuyo nombre científico es Sterna acuticauda, es una especie de ave marina que pertenece a la familia de los láridos, la misma que agrupa a gaviotas y otras especies de charranes. Este particular charrán es conocido por su elegante apariencia y sus habilidades únicas de vuelo y pesca, lo que lo convierte en un fascinante sujeto de estudio y observación para ornitólogos y aficionados a las aves.

El aspecto físico del Charrán ventrinegro es característico y distintivo. Presenta un tamaño mediano dentro de su familia, con una longitud que oscila entre los 36 y 41 cm, y una envergadura alar que puede alcanzar hasta los 90 cm. Su plumaje es principalmente blanco, con una notable excepción en su vientre, que, como su nombre sugiere, es de un color negro o gris oscuro, lo que contrasta fuertemente con el blanco de sus otras partes. La cabeza es negra, con una pequeña franja blanca que rodea los ojos, y su pico es largo, delgado y de un color rojo intenso, con una punta negra, características que lo hacen inconfundible en su hábitat natural.

Habitualmente, el Charrán ventrinegro habita en áreas costeras, estuarios y ríos cercanos a la costa en el sur de Asia, desde la India y Sri Lanka hasta el sureste de Asia y partes de Indonesia. Prefiere aguas poco profundas, donde su alimentación se facilita gracias a la abundancia de peces pequeños y crustáceos, los cuales constituyen la base de su dieta.

Una de las habilidades más notables del Charrán ventrinegro es su técnica de pesca, que implica volar a baja altura sobre la superficie del agua para localizar a su presa y luego lanzarse en picada con una precisión asombrosa, sumergiéndose parcialmente para capturar el pez con su pico. Esta técnica no solo demuestra su habilidad como cazador, sino también su adaptación excepcional al entorno acuático en el que vive.

La reproducción del Charrán ventrinegro ocurre una vez al año, y su nido suele ser una simple depresión en el suelo, en la que la hembra deposita entre uno y tres huevos. Ambos padres participan activamente en la incubación de los huevos y en el cuidado de los polluelos una vez que nacen, demostrando un fuerte vínculo y compromiso con la continuidad de su especie.

A pesar de su belleza y adaptabilidad, el Charrán ventrinegro enfrenta amenazas significativas, principalmente debido a la pérdida de hábitat y la contaminación de las aguas costeras. Estos factores han llevado a una disminución en sus poblaciones en algunas áreas, lo que ha generado preocupación entre los conservacionistas. La protección de sus hábitats naturales y la implementación de medidas que garanticen la calidad del agua son esenciales para asegurar la supervivencia de esta especie en el futuro.

En resumen, el Charrán ventrinegro es una especie fascinante, tanto por su apariencia distintiva como por su comportamiento y habilidades de supervivencia. Su presencia enriquece la biodiversidad de los ecosistemas costeros y subraya la importancia de conservar los delicados hábitats que comparte con una amplia variedad de otras especies.
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