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Cobra escupidora de cuello negro

Naja nigricollis

Foto: Cobra escupidora de cuello negro
Pesos y medidas
Longitud de 120 a 220 cm
Estado de conservación
Intrépido
Descripción del animal
La cobra escupidora de cuello negro (Naja nigricollis) es una serpiente fascinante y temida a partes iguales, que habita en el vasto continente africano. Este reptil es miembro de la familia Elapidae, conocida por incluir algunas de las serpientes más venenosas del mundo. La Naja nigricollis se distingue no solo por su capacidad de inyectar veneno a través de mordeduras, sino también por su habilidad única de escupir veneno a una distancia de hasta 2.5 metros con asombrosa precisión, un mecanismo de defensa que utiliza para disuadir a los posibles depredadores y protegerse.
El nombre de la cobra escupidora de cuello negro deriva de la distintiva mancha de color oscuro que adorna su cuello, una característica que contrasta marcadamente con el resto de su cuerpo, que puede variar en tonos que van desde el amarillo hasta el marrón oscuro y, en ocasiones, casi negro. Este patrón de coloración no solo es crucial para su identificación, sino que también juega un papel importante en su comportamiento de intimidación. Cuando se siente amenazada, la cobra escupidora de cuello negro es capaz de erguir la parte frontal de su cuerpo y expandir su capucha, mostrando la mancha negra en su cuello como señal de advertencia.
Este reptil puede alcanzar una longitud de hasta 2.2 metros, aunque el tamaño promedio ronda entre 1.2 y 1.5 metros. Su dieta es variada, alimentándose principalmente de pequeños mamíferos, aves, anfibios, e incluso otras serpientes. La cobra escupidora de cuello negro es principalmente nocturna, aunque no es raro verla tomando el sol durante las primeras horas del día para regular su temperatura corporal.
El veneno de la Naja nigricollis es principalmente citotóxico, causando dolor, inflamación y necrosis en el tejido afectado. Sin embargo, también posee componentes neurotóxicos que pueden afectar la respiración y el funcionamiento del corazón si la cantidad de veneno es suficiente. A pesar de su peligrosidad, los ataques a humanos son relativamente raros y generalmente ocurren en situaciones de defensa.
La reproducción de la cobra escupidora de cuello negro es ovípara, lo que significa que pone huevos. La hembra puede depositar entre 10 y 20 huevos, los cuales eclosionan después de aproximadamente 60 a 90 días. Los juveniles son independientes desde el momento de la eclosión, mostrando ya la capacidad de escupir veneno y defenderse.
En cuanto a su conservación, la Naja nigricollis no se considera actualmente en peligro de extinción. Sin embargo, como muchas otras especies de serpientes, enfrenta amenazas debido a la destrucción de su hábitat y la persecución por parte de los humanos, quienes a menudo las matan por miedo o para utilizar partes de su cuerpo en la medicina tradicional.
En resumen, la cobra escupidora de cuello negro es un animal impresionante, dotado de una compleja combinación de belleza, peligrosidad y adaptabilidad que la convierte en uno de los reptiles más emblemáticos de África. Su estudio y conservación son fundamentales para comprender mejor la biodiversidad y los delicados equilibrios ecológicos del continente africano.
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