Descripción del animal
El Correlimos zarapitín (Calidris ferruginea), conocido también como playero zarapitín, es una especie de ave limícola perteneciente a la familia de los escólidos. Este pequeño y elegante pájaro es muy apreciado por los aficionados a la observación de aves debido a su interesante migración y su distintiva apariencia.
Descripción física: El Correlimos zarapitín es un ave de tamaño relativamente pequeño, con una longitud que oscila entre los 17 y 21 cm y una envergadura de alas de aproximadamente 38 a 41 cm. Presenta un peso que varía entre los 50 y 105 gramos, dependiendo de la época del año y de las condiciones de su hábitat. Su plumaje en época de reproducción es bastante llamativo; muestra una combinación de colores donde predomina el rojizo y el marrón en su parte superior, mientras que su pecho y vientre adquieren un tono más claro con manchas oscuras. Fuera de la temporada de cría, su plumaje se torna más apagado, con tonos grises y blancos que le ayudan a camuflarse mejor en sus hábitats invernales.
Hábitat y distribución: El Correlimos zarapitín es una especie migratoria que cría en las tundras y zonas árticas de Siberia, desde la península de Yamal hasta el extremo oriental de Rusia. Durante el invierno, emprende largas migraciones hacia el sur, llegando hasta el sur de África, Australia, y algunas partes de Sudamérica. Durante su migración, es posible observarlo en una variedad de hábitats acuáticos, incluyendo estuarios, playas, marismas y lagunas costeras.
Comportamiento: Este ave es conocida por su comportamiento gregario fuera de la temporada de cría. Durante sus migraciones y en sus áreas de invernada, los Correlimos zarapitines suelen formar grandes bandadas que pueden alcanzar los miles de individuos. Son aves muy activas que se alimentan constantemente, picoteando pequeños invertebrados, insectos y crustáceos del suelo o justo debajo de la superficie del agua.
Reproducción: La temporada de reproducción del Correlimos zarapitín comienza poco después de su llegada a las áreas de cría en la tundra ártica, alrededor de mayo o junio. Construyen nidos simples en el suelo, generalmente ocultos entre la vegetación baja. La hembra suele poner de 3 a 4 huevos, que son incubados por ambos padres durante un periodo de 20 a 22 días. Los polluelos son precoces y capaces de alimentarse por sí mismos poco después de nacer, aunque permanecen bajo el cuidado y vigilancia de los padres hasta que son capaces de volar, aproximadamente tres semanas después.
Conservación: Aunque el Correlimos zarapitín no se considera actualmente en peligro de extinción, la especie enfrenta amenazas debido a la pérdida de hábitat en sus áreas de alimentación y descanso migratorio. La conservación de los humedales y las áreas costeras es fundamental para asegurar la supervivencia de esta y otras muchas especies de aves migratorias.
En resumen, el Correlimos zarapitín es una especie fascinante, no solo por su belleza y comportamiento sino también por la impresionante migración que realiza cada año. Su presencia en diversos hábitats a lo largo de su ruta migratoria lo convierte en un importante indicador de la salud de los ecosistemas acuáticos y costeros a nivel mundial.