Foto: Irena dorsiazul
Pesos y medidas
Longitud 27 cm
Descripción del animal
El Irena dorsiazul, conocido científicamente como Irena puella, es una especie de ave paseriforme perteneciente a la familia Irenidae. Esta especie se caracteriza por su impresionante plumaje de colores vibrantes y su presencia principalmente en los bosques tropicales del Sudeste Asiático.

El aspecto más distintivo del Irena dorsiazul es, sin duda, su plumaje. Los machos presentan un color azul cobalto intenso en la mayor parte de su cuerpo, con un contraste notable en las alas y la cola, que son de un negro profundo. La parte inferior es de un color negro azabache, lo que añade un contraste fascinante con el azul eléctrico de su dorso. Las hembras, por otro lado, lucen un color verde turquesa en la parte superior de su cuerpo, con un tono más oscuro en las alas y la cola, y un verde más claro en la parte inferior. Ambos sexos tienen ojos de color marrón oscuro, picos negros y delgados, y patas de color gris oscuro.

Con un tamaño que oscila entre 24 y 26 cm de longitud, el Irena dorsiazul es relativamente grande en comparación con otros miembros de la familia de los paseriformes. Su vuelo es rápido y directo, gracias a sus alas largas y fuertes, lo que le permite moverse con agilidad entre el denso follaje de su hábitat natural.

El hábitat preferido del Irena dorsiazul son los bosques húmedos tropicales y subtropicales, donde se alimenta principalmente de frutas, aunque también puede consumir insectos y pequeños invertebrados. Esta dieta frugívora lo lleva a jugar un papel crucial en la dispersión de semillas, contribuyendo a la regeneración y el mantenimiento de los ecosistemas forestales.

El comportamiento social del Irena dorsiazul varía según la temporada. Durante la época de cría, son aves predominantemente solitarias o se agrupan en parejas, mientras que fuera de esta temporada, pueden formar grupos pequeños o bandadas mixtas con otras especies, buscando alimento juntos.

La reproducción del Irena dorsiazul ocurre una vez al año. El nido, construido principalmente por la hembra, se ubica en la copa de los árboles y está hecho de ramas, hojas y musgo, formando una estructura sólida y esférica. La hembra deposita entre 2 y 3 huevos, que incuba durante aproximadamente dos semanas. Una vez nacidos, los polluelos son alimentados y cuidados por ambos padres hasta que están listos para emprender su propio vuelo.

A pesar de su belleza y el rol ecológico que desempeña, el Irena dorsiazul enfrenta amenazas debido a la pérdida de hábitat, la deforestación y el comercio ilegal de aves. Sin embargo, aún no se considera en peligro de extinción, pero es fundamental continuar con los esfuerzos de conservación para asegurar su supervivencia a largo plazo.

En resumen, el Irena dorsiazul es una especie fascinante, tanto por su espectacular apariencia como por su importante papel en los ecosistemas forestales. Su preservación es vital no solo para mantener la biodiversidad sino también para la salud de los bosques tropicales que habita.
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