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Lagartija roquera

Podarcis muralis

Foto: Lagartija roquera
Pesos y medidas
Longitud 20 cm
Descripción del animal
La lagartija roquera, cuyo nombre científico es Podarcis muralis, es un pequeño y fascinante reptil perteneciente a la familia Lacertidae. Este ágil y escurridizo animal se encuentra distribuido ampliamente por Europa y algunas regiones de Asia, adaptándose a una gran variedad de hábitats, aunque muestra una marcada preferencia por ambientes rocosos y soleados, donde puede trepar y calentarse bajo el sol con facilidad.
El aspecto de la lagartija roquera es característico y varía ligeramente en coloración y patrones según la región geográfica, la edad y el sexo. Generalmente, estos reptiles presentan una longitud que oscila entre 15 y 20 centímetros, incluyendo la cola, que puede llegar a ser tan larga como el cuerpo. Su piel es de textura lisa, con escamas pequeñas y ajustadas. Los colores predominantes en su cuerpo van desde tonos de marrón y gris hasta verdes oliva, a menudo con patrones de manchas, rayas o retículas más oscuras, lo que les proporciona una excelente camuflaje contra los depredadores.
Una característica distintiva de la lagartija roquera es su capacidad para desprenderse de su cola cuando se siente amenazada, un fenómeno conocido como autotomía. La cola se regenera con el tiempo, aunque la nueva cola suele ser de un color más uniforme y con una estructura ósea menos compleja. Este mecanismo de defensa les permite escapar de depredadores como aves, serpientes y mamíferos pequeños.
La lagartija roquera es un animal diurno y termorregulador, lo que significa que depende del ambiente externo para regular su temperatura corporal. Durante el día, se les puede observar tomando el sol para elevar su temperatura y buscar activamente alimento. Su dieta es principalmente insectívora, alimentándose de una variedad de invertebrados como arañas, insectos y sus larvas. Sin embargo, no es raro que también consuman material vegetal, especialmente durante la temporada de escasez de presas.
La reproducción de la lagartija roquera ocurre en la primavera, después de la hibernación y el correspondiente aumento de la actividad con el clima más cálido. La corteza y el apareamiento son rituales complejos que incluyen exhibiciones visuales y táctiles. La hembra es capaz de poner de 2 a 10 huevos, que luego son depositados en lugares seguros y cálidos, donde la incubación se lleva a cabo gracias al calor ambiental. Los juveniles son independientes desde el nacimiento, mostrando una gran capacidad de supervivencia desde las primeras etapas de vida.
La lagartija roquera juega un papel importante en los ecosistemas que habita, no solo como controlador de poblaciones de insectos, sino también como presa para una variedad de especies. A pesar de su amplia distribución, enfrenta amenazas derivadas de la pérdida de hábitat, la contaminación y el cambio climático. La conservación de su entorno natural es crucial para asegurar la supervivencia de esta especie en el futuro.
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