Pesos y medidas
Descripción del animal
El loro hablador, conocido científicamente como Amazona aestiva, es una especie de ave perteneciente a la familia Psittacidae, que abarca a los loros y pericos. Este colorido y carismático ave es originario de América del Sur, extendiéndose por Brasil, Bolivia, Paraguay y Argentina. Su hábitat natural incluye selvas tropicales, sabanas, zonas de arbustos y áreas semiabiertas, donde puede encontrarse en bandadas de varios individuos, especialmente fuera de la temporada de reproducción.
El Amazona aestiva es reconocido por su plumaje principalmente verde, con toques de azul en las alas y en la frente, y con una zona amarilla en la cara que varía en intensidad según la subespecie. Los adultos pueden alcanzar una longitud de aproximadamente 36 cm y un peso que oscila entre 400 y 500 gramos, lo que los convierte en aves de tamaño considerable dentro del grupo de los loros.
Una de las características más distintivas del loro hablador es su capacidad para imitar sonidos y palabras humanas, habilidad que, junto con su sociabilidad, los ha convertido en mascotas populares alrededor del mundo. Sin embargo, esta popularidad ha llevado a la captura y comercio ilegal de estos animales, lo que representa una amenaza para sus poblaciones silvestres.
En su entorno natural, el Amazona aestiva tiene una dieta omnívora que incluye frutas, semillas, nueces, bayas, flores y ocasionalmente insectos y pequeños invertebrados. Esta variedad en su alimentación juega un papel crucial en la dispersión de semillas y en la polinización, lo que subraya la importancia ecológica de estos loros en sus ecosistemas naturales.
La reproducción del loro hablador ocurre una vez al año, estableciéndose en parejas monógamas que anidan en cavidades de árboles. La hembra usualmente deposita entre 2 y 4 huevos, los cuales son incubados durante aproximadamente 26 días. Los pichones son alimentados por ambos padres y permanecen en el nido durante cerca de 8 semanas antes de emprender el vuelo.
A pesar de que el Amazona aestiva no se considera actualmente en peligro de extinción, su población está en declive debido a la pérdida de hábitat, la deforestación y el comercio ilegal de aves. Es fundamental implementar medidas de conservación que protejan tanto a las poblaciones silvestres como a sus hábitats naturales para asegurar la supervivencia a largo plazo de esta especie emblemática y fascinante.