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Majá de santa maría

Epicrates angulifer

Foto: Majá de santa maría
También conocido como
  • Hroznýš kubánský
Pesos y medidas
Longitud 4 m
Datos biológicos
Longitud de vida de 20 a 30 años
Duración de la gestación 6 m
Número de crías 6
Descripción del animal
El majá de Santa María (Epicrates angulifer), también conocido como la culebra de limón o boa cubana, es una especie de serpiente que pertenece a la familia Boidae. Este impresionante reptil es endémico de Cuba y la Isla de la Juventud, lo que significa que su distribución está limitada exclusivamente a estas áreas geográficas. Es una de las serpientes más grandes de Cuba y del Caribe, y juega un papel crucial en los ecosistemas que habita.

La majá de Santa María se caracteriza por su considerable tamaño, pudiendo alcanzar o incluso superar los 4 metros de longitud, aunque el tamaño promedio ronda entre los 2 y 3 metros. Su cuerpo es robusto y musculoso, adaptado perfectamente para su estilo de vida constrictor, lo que significa que mata a sus presas envolviéndolas con su cuerpo y apretando hasta causar la asfixia.

La coloración de su piel varía entre tonos de marrón y verde oliva, con patrones irregulares que le ayudan a camuflarse en su entorno natural. Estos patrones consisten generalmente en manchas oscuras y claras que se alternan a lo largo de su cuerpo. La piel es lisa y brillante, lo que le confiere un aspecto bastante distintivo.

El majá de Santa María es una especie principalmente nocturna y arbórea, aunque también puede encontrarse en el suelo, especialmente en la búsqueda de alimento. Su dieta es variada e incluye principalmente mamíferos pequeños, aves y sus huevos, y en ocasiones otros reptiles. Como constrictor, tiene una mordida relativamente débil comparada con su fuerza al envolver a sus presas.

Esta serpiente desempeña un papel ecológico importante como depredador en la cima de su cadena alimenticia, ayudando a controlar las poblaciones de roedores y otros animales que podrían convertirse en plagas. Sin embargo, a pesar de su importancia ecológica, enfrenta varios desafíos para su supervivencia, incluyendo la pérdida de hábitat debido a la deforestación y la agricultura, así como la caza, ya que su carne y piel son altamente valoradas en algunos círculos.

La majá de Santa María es ovípara, lo que significa que pone huevos en lugar de dar a luz a crías vivas. La hembra deposita entre 4 y 14 huevos, que incubará durante aproximadamente dos meses. Las crías son independientes desde el nacimiento, pero son vulnerables a una amplia gama de depredadores, incluidos otros reptiles, aves de rapiña y mamíferos.

A pesar de los desafíos que enfrenta, la majá de Santa María no se considera actualmente en peligro crítico de extinción, pero sí está protegida por leyes tanto nacionales como internacionales para conservar su población y hábitat. La educación y concienciación sobre la importancia de esta serpiente y la preservación de su entorno natural son fundamentales para asegurar su supervivencia a largo plazo.
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