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Mamba negra

Dendroaspis polylepis

Foto: Mamba negra
Pesos y medidas
Longitud de 2,5 a 4,5 m
Velocidad 20 km/h
Estado de conservación
Intrépido
Descripción del animal
La mamba negra (Dendroaspis polylepis) es uno de los reptiles más fascinantes y temidos del reino animal, conocida tanto por su velocidad impresionante como por la potencia de su veneno. Este serpenteante depredador habita principalmente en las sabanas, los bosques rocosos y las colinas del África subsahariana, mostrando una adaptabilidad notable a diferentes entornos.

La mamba negra es la segunda serpiente venenosa más larga del mundo, después de la cobra real. Los ejemplares adultos suelen medir entre 2 y 3 metros de longitud, aunque se han registrado individuos de hasta 4.5 metros. Su nombre, que podría sugerir un color de piel completamente negro, en realidad hace referencia al interior de su boca, de un tono negro intenso, que muestra en señal de advertencia cuando se siente amenazada. El color de su piel varía del gris al marrón oscuro, con tonalidades que se mezclan con el entorno natural para un camuflaje efectivo.

La mamba negra es conocida por su velocidad, siendo capaz de desplazarse hasta 20 km/h, lo que la convierte en la serpiente más rápida del mundo. Esta velocidad, junto con su naturaleza extremadamente defensiva, la hace particularmente peligrosa cuando se ve acorralada o provocada.

El veneno de la mamba negra es altamente tóxico y actúa rápidamente, compuesto por neurotoxinas que afectan el sistema nervioso central y cardiotoxinas que impactan el corazón. Una sola mordida puede liberar suficiente veneno para matar a varios humanos adultos, y sin tratamiento antiveneno, la tasa de mortalidad de las mordeduras es muy alta. Los síntomas de una mordedura incluyen visión borrosa, somnolencia, parálisis y finalmente, fallo respiratorio.

A pesar de su temible reputación, la mamba negra prefiere evitar el contacto con los humanos y generalmente huye cuando se le da la oportunidad. Sin embargo, si se ve acorralada o amenazada, puede volverse extremadamente agresiva y atacar repetidamente.

En términos de comportamiento, las mambas negras son principalmente diurnas y solitarias, excepto durante la temporada de apareamiento. Son excelentes trepadoras, pero cazan principalmente en el suelo, alimentándose de aves, roedores y otros pequeños mamíferos. La detección de sus presas es principalmente visual.

La reproducción de la mamba negra ocurre una vez al año, con la hembra depositando entre 6 y 17 huevos en un nido oculto. Los juveniles son independientes desde el momento de la eclosión, equipados con un veneno igual de potente que el de los adultos.

A pesar de su notoriedad, la mamba negra juega un papel crucial en el control de poblaciones de roedores y otras plagas, manteniendo el equilibrio ecológico de su hábitat. Sin embargo, la pérdida de hábitat y el conflicto con humanos representan amenazas significativas para su supervivencia.

En resumen, la mamba negra es un animal extraordinario, dotado de adaptaciones únicas que la convierten en uno de los depredadores más eficientes y temidos de África. Su presencia, aunque intimidante, es un recordatorio del equilibrio natural y la biodiversidad del continente africano.
Mapa de
Foto: Mamba negra - distribución
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