Pesos y medidas
Longitud |
de 5,5 a 6 m |
Peso |
350 kg |
Datos biológicos
Longitud de vida |
de 20 a 30 años |
Descripción del animal
El Pez sierra peine, conocido científicamente como Pristis pectinata, es una especie de pez elasmobranquio perteneciente a la familia Pristidae. Este notable animal marino se distingue principalmente por su larga y distintiva nariz en forma de sierra, la cual está equipada con dientes a ambos lados, dando origen a su nombre común. Este rasgo no solo es único en su apariencia, sino que también desempeña un papel crucial en su comportamiento de alimentación y navegación.
El Pez sierra peine puede alcanzar una longitud considerable, con ejemplares adultos que llegan a medir hasta 7,5 metros, aunque el tamaño promedio ronda los 2,5 metros. Su cuerpo es alargado y algo aplanado, adaptación que le permite desplazarse con facilidad por el fondo marino, donde suele pasar la mayor parte del tiempo.
La coloración de este pez es generalmente de tonos que van del gris al marrón en el dorso, con el vientre siendo mucho más claro, casi blanco, lo cual le ayuda a camuflarse en su entorno tanto desde arriba como desde abajo. Su piel es dura y áspera, característica común entre los tiburones y rayas, a los que está estrechamente relacionado.
Habitualmente encontrado en aguas costeras poco profundas, estuarios y ocasionalmente en ríos, el Pez sierra peine prefiere los fondos arenosos o fangosos donde puede usar su nariz en forma de sierra para buscar y desenterrar presas, que incluyen peces, crustáceos y cefalópodos. Su nariz no solo sirve para detectar y capturar presas, sino también como un instrumento de defensa contra posibles depredadores.
La reproducción de Pristis pectinata es ovovivípara, lo que significa que las hembras dan a luz a crías completamente formadas. Este proceso de reproducción es relativamente lento, y la especie tiene una baja tasa de reproducción, lo que contribuye a su vulnerabilidad frente a las amenazas humanas.
Lamentablemente, el Pez sierra peine se encuentra en peligro crítico de extinción debido a la pesca indiscriminada, la destrucción de su hábitat, la contaminación y otros factores antrópicos. Su nariz en forma de sierra lo hace especialmente susceptible a quedar atrapado en redes de pesca. Además, esta característica única ha llevado a que sea cazado como trofeo o para utilizar partes de su cuerpo en la medicina tradicional o como objetos de decoración, disminuyendo significativamente sus poblaciones.
La conservación de Pristis pectinata es crucial, no solo por su singularidad biológica sino también por su papel en los ecosistemas marinos. Se han iniciado varios programas de conservación y protección, incluida la regulación de la pesca y la protección de sus hábitats, para tratar de asegurar la supervivencia de esta fascinante especie para las futuras generaciones.