Foto: Charrán maorí
Estado de conservación
En peligro
Descripción del animal
El Charrán maorí (Sterna striata), conocido también como el charrán de pico blanco, es una especie de ave marina perteneciente a la familia Laridae. Este ave fascinante se encuentra principalmente en Nueva Zelanda y en algunas islas circundantes, siendo un símbolo emblemático de la fauna local. Con una apariencia elegante y un comportamiento característico, el Charrán maorí desempeña un papel importante en los ecosistemas marinos que habita.
Físicamente, el Charrán maorí se distingue por su tamaño mediano, alcanzando una longitud de aproximadamente 42 centímetros y una envergadura alar de unos 90 a 100 centímetros. Su plumaje es mayormente gris claro en la parte superior y blanco en la parte inferior, con una notable capucha negra que cubre la cabeza desde el pico hasta la nuca durante la temporada de cría. Fuera de esta temporada, la capucha se vuelve más dispersa y aparecen manchas blancas en la cabeza. Uno de los rasgos más distintivos de esta especie es su pico largo y delgado, de color negro con una punta amarilla, que utiliza con destreza para pescar su alimento.
El hábitat preferido del Charrán maorí incluye costas marinas, estuarios, lagunas y otras áreas cercanas al agua. A menudo se le puede observar volando cerca de la superficie del mar, realizando picados ágiles para capturar peces y pequeños invertebrados marinos. Su dieta se compone principalmente de peces, lo que lo convierte en un excelente pescador, capaz de zambullirse desde alturas considerables para atrapar su presa con precisión.
La reproducción del Charrán maorí tiene lugar en colonias, donde las parejas construyen nidos en el suelo, generalmente en islas deshabitadas o en áreas costeras remotas para evitar depredadores. La puesta consiste en uno o dos huevos, que son incubados por ambos padres durante un período de aproximadamente tres semanas. Los polluelos son nidífugos, lo que significa que pueden moverse y alimentarse poco después de nacer, aunque permanecen bajo el cuidado y protección de sus padres hasta que están listos para volar.
En términos de conservación, el Charrán maorí enfrenta varias amenazas, incluyendo la pérdida de hábitat, la depredación por especies introducidas y la perturbación humana en sus áreas de reproducción. Aunque no se considera en peligro crítico de extinción, es vital monitorear sus poblaciones y proteger los hábitats críticos para asegurar su supervivencia a largo plazo.
El Charrán maorí no solo es un ave de gran belleza, sino que también juega un papel crucial en la dinámica de los ecosistemas marinos, actuando como indicador de la salud de estos ambientes. Su presencia en las costas de Nueva Zelanda es un recordatorio de la importancia de preservar la biodiversidad y de la interconexión entre las especies y sus hábitats.
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