Descripción del animal
El Correlimos de Baird (Calidris bairdii) es una especie de ave limícola perteneciente a la familia Scolopacidae. Este pequeño y esbelto pájaro, nombrado en honor al ornitólogo estadounidense Spencer Fullerton Baird, es conocido por su impresionante migración, una de las más largas para cualquier ave de su tamaño, recorriendo distancias que pueden superar los 15,000 kilómetros desde sus áreas de cría en el Ártico hasta sus zonas de invernada en el sur de Sudamérica.
Físicamente, el Correlimos de Baird presenta una longitud que oscila entre los 17 y 21 centímetros, con una envergadura de alas de aproximadamente 38 a 41 centímetros. Los adultos en plumaje reproductivo muestran un patrón de colores en el que predominan los tonos marrones, negros y dorados en la parte superior, mientras que su parte inferior es principalmente blanca con algunas manchas oscuras en el pecho. Fuera de la temporada de cría, su plumaje se torna más apagado, predominando los tonos grises y blancos que les ayudan a camuflarse mejor en sus entornos.
Una característica distintiva de esta especie es su pico ligeramente curvado hacia abajo, adaptación que le permite sondear en el lodo y la arena en busca de invertebrados, que constituyen la base de su dieta. Además, sus largas patas negras le facilitan moverse con agilidad por los diferentes hábitats que frecuenta, que incluyen estuarios, playas, marismas y campos de cultivo durante sus migraciones.
El comportamiento migratorio del Correlimos de Baird es realmente notable. Durante el verano boreal, se dirigen al Ártico canadiense y siberiano para reproducirse, donde eligen terrenos abiertos y llanos con vegetación baja para establecer sus nidos en el suelo. La hembra deposita generalmente cuatro huevos, que ambos padres se turnan para incubar. Una vez que los polluelos nacen, son precoces y capaces de alimentarse por sí mismos, aunque bajo la atenta vigilancia de sus progenitores.
Con la llegada del otoño, inician su largo viaje hacia el sur, pasando por numerosos puntos de descanso a lo largo de América del Norte y Central, hasta llegar a sus áreas de invernada en el extremo sur de Sudamérica, destacando países como Argentina y Chile. Durante este viaje, los correlimos de Baird demuestran una extraordinaria resistencia y capacidad de orientación.
A pesar de que esta especie se considera de menor preocupación por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), enfrenta amenazas como la pérdida de hábitat tanto en sus áreas de cría como de invernada, además de los peligros asociados a sus largas migraciones. La conservación de los humedales y la regulación de actividades humanas en estas áreas son cruciales para asegurar la supervivencia de esta y muchas otras especies de aves migratorias.