Pesos y medidas
Datos biológicos
Descripción del animal
La Culebra de collar, conocida científicamente como Natrix natrix, es una especie de serpiente no venenosa que pertenece a la familia Colubridae. Este reptil es uno de los más comunes y extendidos en Europa, y su presencia también se registra en partes de Asia y el norte de África. Su nombre común deriva de una característica distintiva: una marca en forma de collar detrás de la cabeza, generalmente de color blanco o amarillo, que contrasta notablemente con el resto de su cuerpo de tonalidades más oscuras.
En cuanto a su morfología, la Culebra de collar presenta un cuerpo esbelto y alargado, capaz de alcanzar longitudes de hasta 180 centímetros, aunque lo habitual es que mida entre 100 y 120 centímetros. Su coloración varía considerablemente entre individuos, abarcando una gama que va desde el verde oliva hasta el marrón grisáceo, pasando por tonos de gris. Esta variabilidad le permite camuflarse eficazmente en su entorno natural. La parte inferior de su cuerpo, o vientre, es de un color más claro, a menudo amarillento o blanco, con o sin patrones de manchas oscuras.
El hábitat preferido de la Culebra de collar incluye una amplia variedad de entornos acuáticos y terrestres. Estos reptiles son excelentes nadadores y suelen encontrarse cerca de ríos, lagos, estanques y pantanos, aunque también pueden habitar en bosques, praderas y áreas agrícolas. La proximidad al agua es crucial no solo para su hidratación sino también porque allí encuentra una parte importante de su alimentación, que se compone principalmente de anfibios como ranas y sapos, aunque también puede incluir peces, pequeños mamíferos y aves.
La reproducción de la Culebra de collar ocurre en la primavera, después de un período de hibernación que dura desde octubre hasta marzo o abril. La hembra pone entre 10 y 40 huevos en lugares cálidos y húmedos, como montones de compost o bajo pilas de vegetación en descomposición, donde los huevos encuentran las condiciones ideales para su desarrollo. Los juveniles emergen después de unos dos meses, mostrando ya el característico "collar" que los identifica.
A pesar de su aspecto intimidante para algunos, la Culebra de collar es inofensiva para los humanos y tiende a huir ante la presencia humana. No obstante, si se siente acorralada, puede adoptar una postura defensiva y simular ataques, aunque sin llegar a morder. En algunas culturas, este reptil es apreciado por su papel en el control de plagas, dado su apetito por especies consideradas perjudiciales para la agricultura.
La Culebra de collar es un indicador de la salud de los ecosistemas acuáticos y terrestres que habita. A pesar de que su población es generalmente estable, enfrenta amenazas derivadas de la pérdida y fragmentación de hábitat, la contaminación del agua y la persecución por parte de humanos debido a malentendidos sobre su peligrosidad. La conservación de esta especie implica la protección de sus hábitats naturales y la educación pública sobre su importancia ecológica y su inofensividad.