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Curruca capirotada

Sylvia atricapilla

Foto: Curruca capirotada
Pesos y medidas
Longitud 14 cm
Peso de 14 a 20 g
Descripción del animal
La Curruca capirotada (Sylvia atricapilla) es un ave pequeña y encantadora que pertenece a la familia de los sílvidos, conocida por su distintivo plumaje y su melodioso canto. Este pájaro, que se distribuye ampliamente por Europa, Asia y partes del norte de África, ha capturado la atención de observadores de aves y naturalistas por su belleza y comportamiento.

La Curruca capirotada mide entre 13 y 15 cm de longitud, con una envergadura de 20 a 23 cm, lo que la hace comparable en tamaño a un gorrión común, aunque con una estructura más esbelta y delicada. Su peso oscila entre 14 y 20 gramos, variando según la época del año y las condiciones ambientales.

El plumaje de esta ave presenta un notable dimorfismo sexual. Los machos lucen un distintivo "gorro" negro en la parte superior de la cabeza, de donde deriva su nombre común, contrastando con sus partes inferiores de color gris pálido y sus partes superiores de un tono gris más oscuro. Las hembras, por otro lado, tienen un "gorro" de color marrón chocolate y sus colores generales son más apagados, con tonos marrones y grises mezclados en su plumaje, lo que les proporciona un excelente camuflaje entre la vegetación.

Una característica fascinante de la Curruca capirotada es su canto, especialmente el de los machos durante la temporada de cría. Su melodía es fluida, variada y muy musical, incluyendo una mezcla de trinos, chirridos y notas más melódicas que utiliza para atraer a las hembras y marcar su territorio. Las hembras también cantan, aunque sus canciones son menos complejas.

Esta especie prefiere hábitats con abundante vegetación baja y arbustos, como bordes de bosques, parques, jardines y áreas de matorral. La Curruca capirotada es principalmente insectívora, alimentándose de una amplia variedad de insectos y arañas, aunque en otoño e invierno complementa su dieta con bayas y frutos pequeños.

La reproducción de la Curruca capirotada comienza en la primavera, cuando las parejas se establecen y construyen sus nidos ocultos en la vegetación baja. La hembra es la encargada de incubar los huevos, generalmente entre 4 y 6, durante unos 11 a 13 días. Los polluelos, que nacen ciegos y desprovistos de plumas, son cuidados por ambos padres y abandonan el nido después de aproximadamente dos semanas, aunque siguen dependiendo de sus progenitores por un tiempo después.

A pesar de enfrentarse a amenazas como la pérdida de hábitat y los cambios en el uso del suelo, la Curruca capirotada ha demostrado ser una especie adaptable, capaz de colonizar nuevos hábitats y mantener poblaciones estables en muchas áreas de su rango de distribución. Esto, junto con su amplia distribución y capacidad para vivir en proximidad a áreas urbanas, ha ayudado a que la especie no sea considerada actualmente en peligro. Sin embargo, la conservación de su hábitat natural sigue siendo crucial para asegurar la supervivencia a largo plazo de esta encantadora ave.
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