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Curruca zarcerilla

Sylvia curruca

Foto: Curruca zarcerilla
Pesos y medidas
Longitud de 13 a 14 cm
Peso de 12 a 16 g
Envergadura de alas de 17 a 20 cm
Descripción del animal
La Curruca zarcerilla (Sylvia curruca), también conocida como curruca silbadora, es una pequeña pero fascinante ave perteneciente a la familia de los sílvidos, que agrupa a diversas especies de currucas. Este ave, que posee un tamaño promedio que oscila entre los 12 y 14 centímetros de longitud y un peso aproximado de 9 a 12 gramos, se distingue por su plumaje de colores sobrios pero elegantes, y por su canto melodioso y distintivo.

El plumaje de la Curruca zarcerilla es predominantemente grisáceo en la parte superior, con tonos más claros en el pecho y el abdomen, que pueden variar hacia el blanco. Los machos y las hembras presentan diferencias sutiles en su coloración, siendo los machos ligeramente más oscuros y las hembras con tonos más apagados. Una de las características más notables de esta ave es la presencia de una máscara facial oscura en los machos, que contrasta con su cabeza de color gris claro.

Este pájaro es conocido por su canto distintivo, una serie de notas melodiosas y fluidas que suelen incluir trinos y silbidos. La Curruca zarcerilla es principalmente insectívora, alimentándose de una amplia variedad de insectos y arácnidos que captura con destreza en el follaje de árboles y arbustos. Ocasionalmente, puede complementar su dieta con bayas y pequeñas frutas, especialmente fuera de la temporada de cría.

La Curruca zarcerilla habita en una variedad de entornos boscosos y arbustivos, prefiriendo áreas con densa cobertura vegetal. Su área de distribución es amplia, abarcando gran parte de Europa y Asia, desde el oeste de Europa hasta el este de Siberia. Durante el invierno, estas aves migran hacia el sur, alcanzando el norte de África y el sur de Asia, en busca de climas más cálidos.

La temporada de cría de la Curruca zarcerilla se extiende desde finales de abril hasta julio. Durante este período, las parejas construyen nidos ocultos en arbustos o en la vegetación baja, donde la hembra deposita entre 3 y 6 huevos. Los huevos son incubados principalmente por la hembra durante unos 11 a 13 días antes de eclosionar. Los polluelos, alimentados por ambos padres, abandonan el nido aproximadamente dos semanas después de nacer, aunque siguen dependiendo de sus progenitores por un tiempo.

A pesar de enfrentar amenazas como la pérdida de hábitat y los cambios en el uso del suelo, la Curruca zarcerilla se considera una especie de preocupación menor según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Esto se debe a su amplia distribución y a su población global, que se mantiene estable en muchas áreas de su rango de distribución. Sin embargo, la conservación de su hábitat natural sigue siendo crucial para asegurar la supervivencia a largo plazo de esta encantadora especie de ave.
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