Pesos y medidas
Longitud |
de 40 a 65 cm |
Envergadura de alas |
de 90 a 95 cm |
Descripción del animal
La Garceta Negra (Egretta ardesiaca), también conocida como la Garceta Azabache o Garceta de Dorso Negro, es una elegante y esbelta ave perteneciente a la familia de las garzas, Ardeidae. Originaria de África subsahariana y partes de Asia, esta especie habita principalmente en ambientes acuáticos dulces, tales como ríos, lagos, marismas y estanques, aunque también puede encontrarse en áreas costeras y estuarios. La Garceta Negra se caracteriza por su distintivo plumaje oscuro, que contrasta notablemente con las especies más claras de su género.
Con una altura que oscila entre 50 y 70 cm y una envergadura alar de aproximadamente 90 a 100 cm, la Garceta Negra presenta un aspecto majestuoso. Su plumaje es predominantemente de un negro azabache o gris oscuro, lo que le proporciona un camuflaje ideal en sus hábitats naturales. Durante la temporada de cría, desarrolla hermosas plumas ornamentales en la cabeza, pecho y dorso, que utiliza para atraer a su pareja. Su pico es largo, afilado y de color negro, perfecto para atrapar peces, su principal fuente de alimento, así como una variedad de pequeños invertebrados acuáticos.
Esta ave es conocida por su comportamiento sigiloso y paciente al cazar, permaneciendo inmóvil durante largos períodos antes de lanzarse rápidamente para capturar a su presa con su pico preciso. La Garceta Negra suele alimentarse sola, pero durante la temporada de cría, se reúne en colonias, a menudo junto con otras especies de aves acuáticas, para anidar en los árboles o en la vegetación densa cercana al agua.
La reproducción de la Garceta Negra tiene lugar una vez al año, y el ritual de cortejo incluye una serie de complejas exhibiciones y llamados. La hembra pone de 2 a 4 huevos, que son incubados por ambos padres durante unas tres semanas. Los polluelos son alimentados por ambos progenitores y permanecen en el nido hasta que son capaces de volar, aproximadamente a las seis semanas de edad.
A pesar de enfrentar amenazas como la pérdida de hábitat, la contaminación de los cuerpos de agua y la caza furtiva en algunas áreas, la población global de la Garceta Negra se considera estable. No obstante, es fundamental continuar con los esfuerzos de conservación para asegurar la supervivencia de esta magnífica especie en su hábitat natural. La Garceta Negra desempeña un papel crucial en los ecosistemas acuáticos, ya que ayuda a controlar las poblaciones de peces e invertebrados, manteniendo así el equilibrio ecológico de su entorno.