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Mamba verde oriental

Dendroaspis angusticeps

Foto: Mamba verde oriental
Estado de conservación
Intrépido
Descripción del animal
La Mamba verde oriental (Dendroaspis angusticeps) es una especie de serpiente altamente venenosa perteneciente a la familia Elapidae. Esta especie es originaria de África y se encuentra principalmente en el sur y el este del continente, abarcando países como Kenia, Tanzania, Malaui, Zimbabue, Mozambique, entre otros. Se caracteriza por su distintivo color verde que le permite camuflarse perfectamente entre la vegetación de su hábitat natural, lo que la hace una cazadora sigilosa y eficaz.

La Mamba verde oriental tiene un cuerpo esbelto y alargado, y puede alcanzar longitudes de hasta 2 metros, aunque el promedio ronda entre 1.5 metros. Su cabeza es alargada y ligeramente distinguible del cuello, con ojos de tamaño medio y pupilas redondas. Su coloración varía en tonos de verde, desde un verde pálido hasta un verde más oscuro, dependiendo de su entorno específico, lo que le brinda una ventaja adaptativa significativa para ocultarse de los depredadores y acechar a sus presas.

Esta serpiente es diurna, lo que significa que es más activa durante el día, especialmente en las primeras horas de la mañana y al final de la tarde. Se alimenta principalmente de aves, sus huevos y pequeños mamíferos, a los cuales caza mediante el uso de su veneno, que es altamente tóxico y capaz de matar a una persona en cuestión de horas si no se recibe tratamiento antiofídico a tiempo. El veneno de la Mamba verde oriental contiene neurotoxinas que afectan el sistema nervioso de la víctima, causando parálisis y eventualmente insuficiencia respiratoria.

A pesar de su peligrosidad, la Mamba verde oriental es generalmente esquiva y prefiere huir antes que enfrentarse a una amenaza. Sin embargo, si se siente acorralada o provocada, puede volverse agresiva y atacar con rapidez y precisión.

En cuanto a su reproducción, la Mamba verde oriental es ovípara, lo que significa que pone huevos. La hembra deposita entre 10 y 15 huevos en lugares ocultos y seguros, como montones de hojas o troncos podridos. Los huevos eclosionan después de aproximadamente 90 días, dando lugar a pequeñas serpientes completamente independientes y capaces de valerse por sí mismas desde el momento de su nacimiento.

La conservación de la Mamba verde oriental enfrenta desafíos debido a la pérdida de hábitat y la caza furtiva, ya sea por miedo a su veneno o por la creencia errónea de que son una fuente de medicina tradicional. Aunque no se considera actualmente en peligro crítico de extinción, es importante monitorear sus poblaciones para asegurar su supervivencia a largo plazo. La comprensión y la educación sobre estas serpientes son clave para reducir los conflictos con los humanos y promover la coexistencia pacífica.
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