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Trucha de manantial

Salvelinus fontinalis; mitchill 1815

Foto: Trucha de manantial
Pesos y medidas
Longitud de 30 a 40 cm
Peso de 0,3 a 1 kg
Estado de conservación
En peligro
Descripción del animal
La Trucha de manantial, conocida científicamente como Salvelinus fontinalis y descrita por primera vez por Mitchill en 1815, es un pez de agua dulce que pertenece a la familia de los salmónidos. Este pez es originario de Norteamérica, pero debido a su popularidad entre los pescadores deportivos, ha sido introducido en otros continentes como Europa y Asia.

La Trucha de manantial se caracteriza por su cuerpo alargado y esbelto, cubierto de pequeñas escamas. Su coloración es variable pero suele presentar un fondo que va del marrón al verde oliva, adornado con manchas oscuras y, en ocasiones, rojas a lo largo de su cuerpo. Una de sus características distintivas son las manchas claras, casi blancas o amarillas, que se asemejan a gusanos o marcas de vermiculaciones, presentes principalmente en su dorso. Su vientre, por otro lado, puede variar de blanco a un tono amarillento.

Las truchas de manantial prefieren aguas frías, claras, oxigenadas y con un flujo constante, lo que las lleva a habitar principalmente en ríos y arroyos de montaña, aunque también pueden encontrarse en lagos. Son peces que requieren de un hábitat de alta calidad, siendo indicadores de aguas limpias y saludables. Su dieta es variada, alimentándose de insectos acuáticos, larvas, pequeños crustáceos y peces más pequeños.

Este pez desempeña un papel importante tanto ecológicamente como económicamente. Ecológicamente, son depredadores que ayudan a mantener el equilibrio de las poblaciones de sus presas, mientras que económicamente, son una fuente significativa de ingresos a través de la pesca deportiva, generando un gran interés entre los pescadores por su combatividad y el desafío que representa su captura.

La reproducción de la Trucha de manantial ocurre en otoño o a principios de invierno. Las hembras seleccionan cuidadosamente lugares en el lecho del río para depositar sus huevos, que son luego fertilizados por el macho. Estos lugares suelen ser zonas con grava donde el agua pueda fluir libremente para oxigenar los huevos. La supervivencia de las crías está altamente influenciada por las condiciones del hábitat, siendo la calidad del agua y la disponibilidad de refugio y alimento factores críticos para su desarrollo.

En resumen, la Trucha de manantial es un pez fascinante y de gran valor ecológico y económico. Su presencia en los ecosistemas acuáticos no solo contribuye a la biodiversidad sino que también señala la salud ambiental de las aguas en las que habita. Su gestión y conservación son esenciales para mantener las poblaciones saludables y asegurar que las generaciones futuras puedan continuar disfrutando de la pesca y observación de este bello salmónido.
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