Estado de conservación
Descripción del animal
El Águila pomerana (Clanga pomarina), también conocida como águila culebrera menor, es una impresionante ave de presa que pertenece a la familia Accipitridae. Esta especie se distribuye principalmente por Europa del Este y se extiende hasta el oeste de Asia, con algunas poblaciones migratorias que alcanzan el sur de África durante el invierno. Se caracteriza por su tamaño mediano, con una envergadura que puede oscilar entre 150 y 180 centímetros, lo que la hace un poco más pequeña que otras águilas de su género.
El plumaje de los adultos es mayormente marrón oscuro, con la parte inferior de las alas y el cuerpo un poco más claros, presentando tonos crema o amarillentos, especialmente en la zona del pecho y el vientre. Una de las características distintivas de esta especie es la presencia de una banda oscura en la punta de la cola y otra en las alas que se hace evidente durante el vuelo. Los juveniles, por otro lado, presentan un plumaje más moteado y tardan varios años en adquirir el color definitivo de los adultos.
El hábitat preferido del Águila pomerana incluye bosques abiertos, bordes de bosques y áreas semiabiertas con árboles dispersos, donde pueda encontrar suficiente alimento y lugares adecuados para anidar. Su dieta es bastante variada, aunque se especializa en la caza de reptiles, principalmente serpientes y lagartos, también incluye pequeños mamíferos, aves y grandes insectos. Esta adaptación dietética le permite ocupar un nicho ecológico específico dentro de su hábitat.
Durante la temporada de reproducción, que comienza en primavera, el Águila pomerana muestra un comportamiento muy territorial. Construye su nido en lo alto de los árboles, utilizando ramas y vegetación para formar una plataforma grande y robusta. La hembra suele poner entre 1 y 3 huevos, que son incubados por ambos padres durante aproximadamente 40 días. Los polluelos son alimentados por ambos progenitores y permanecen en el nido durante unos 60 a 70 días antes de emprender su primer vuelo.
La migración es un aspecto fundamental en la vida del Águila pomerana, con individuos que viajan miles de kilómetros hacia el sur para pasar el invierno en África subsahariana. Este viaje no solo es un testimonio de su increíble resistencia y capacidad de navegación, sino que también refleja la interconexión de los ecosistemas a través de las rutas migratorias de las aves.
A pesar de su amplia distribución, el Águila pomerana enfrenta varias amenazas, principalmente la pérdida de hábitat debido a la deforestación y la expansión agrícola, así como la persecución directa y la colisión con infraestructuras humanas. Estas presiones han llevado a un declive en algunas poblaciones, lo que ha generado preocupación sobre su conservación a largo plazo. La protección de su hábitat natural y las medidas para mitigar las amenazas antropogénicas son cruciales para asegurar la supervivencia de esta magnífica ave de presa.
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