Foto: Atí
Estado de conservación
En peligro
Descripción del animal
El Atí, conocido científicamente como Phaetusa simplex, es una especie de ave perteneciente a la familia Laridae, la misma familia que incluye a las gaviotas y charranes. Esta ave se distingue por su apariencia singular y su distribución geográfica, predominando en las regiones de América del Sur y partes de América Central.

Físicamente, el Atí es una ave de tamaño mediano, con una longitud que oscila entre 38 y 41 cm y una envergadura de alas que puede alcanzar hasta los 85 cm. Presenta un plumaje predominantemente blanco, con notables excepciones como sus alas, que son de un negro brillante con reflejos verdosos o azulados bajo ciertas condiciones de luz. Su cola es relativamente larga y ahorquillada, característica común entre las aves de su familia. La cabeza del Atí es también blanca, pero lo que realmente llama la atención es su pico largo y delgado de un vibrante color amarillo, el cual contrasta vivamente con sus ojos, que son de un tono marrón oscuro.

Una de las características más fascinantes del Atí es su comportamiento durante la alimentación. Se alimenta principalmente de peces e insectos, los cuales captura con destreza tanto en el aire como en la superficie del agua. A menudo se les observa volando a baja altura sobre ríos o lagunas, listos para sumergirse rápidamente para capturar su presa con su afilado pico. Además, no es raro verlos siguiendo a barcos de pesca para aprovechar los peces que escapan o son desechados.

El Atí prefiere hábitats acuáticos como lagunas costeras, estuarios y ríos, donde puede encontrar abundancia de alimento. Su distribución geográfica abarca desde el sur de México hasta el norte de Argentina, prefiriendo las regiones tropicales y subtropicales. Aunque no se considera una especie migratoria en el sentido estricto, el Atí puede realizar desplazamientos estacionales en busca de mejores condiciones de alimentación y reproducción.

En cuanto a su reproducción, el Atí no es particularmente exigente con el lugar de nidificación, pudiendo anidar tanto en el suelo como en árboles bajos. La hembra suele poner de dos a tres huevos, los cuales son incubados por ambos padres durante un periodo de aproximadamente tres semanas. Los polluelos son altriciales, es decir, nacen relativamente inmaduros y dependen completamente del cuidado de sus padres para sobrevivir durante las primeras semanas de vida.

A pesar de enfrentar amenazas como la pérdida de hábitat y la contaminación de los cuerpos de agua, el Atí todavía se considera una especie de preocupación menor por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Esto se debe en parte a su amplia distribución y a su capacidad de adaptación a diferentes ambientes acuáticos. Sin embargo, es fundamental continuar con los esfuerzos de conservación para asegurar que esta singular ave continúe siendo un componente vibrante de los ecosistemas acuáticos de América.
Nuevas fotografías de animales