Pesos y medidas
Envergadura de alas |
de 230 a 265 cm |
Descripción del animal
El buitre leonado (Gyps fulvus) es una impresionante ave carroñera, conocida por su envergadura y capacidad de planeo. Pertenece a la familia de los accipítridos y se distribuye ampliamente por la región paleártica, abarcando desde la Península Ibérica hasta Mongolia. Esta especie ha fascinado a las personas a lo largo de la historia, no solo por su imponente presencia sino también por su importante papel en los ecosistemas naturales como limpiador natural.
El buitre leonado posee una envergadura que puede alcanzar hasta los 260 cm, lo que le permite planear durante horas sin apenas batir las alas. Su plumaje es mayormente marrón claro o leonado, de ahí su nombre, con las partes inferiores más claras. La cabeza y el cuello están casi desprovistos de plumas, mostrando una piel de color grisáceo a blanquecino, lo cual es característico de muchas aves carroñeras y les ayuda a mantener la higiene mientras se alimentan de animales muertos. Los jóvenes presentan un color más oscuro que los adultos y adquieren el plumaje característico conforme maduran.
Estas aves son eminentemente carroñeras, alimentándose casi exclusivamente de cadáveres de animales. Poseen un potente sentido de la vista que les permite localizar su alimento desde grandes alturas. Una vez que un buitre leonado localiza un cadáver, puede descender rápidamente y comenzar a alimentarse, a menudo reuniéndose en grandes grupos que pueden incluir otras especies de buitres. Su estómago es capaz de digerir carne en descomposición que sería letal para otros animales, lo que les permite jugar un papel crucial en la eliminación de enfermedades del medio ambiente.
El buitre leonado es un ave gregaria, que no solo se reúne para alimentarse sino que también forma colonias de cría en acantilados y otras elevaciones. Construyen nidos relativamente simples, en los que la hembra deposita un único huevo blanco. Ambos padres participan en la incubación, que dura alrededor de 55 días, y en el cuidado de la cría hasta que está lista para volar, aproximadamente a los 4 meses de edad.
En las últimas décadas, el buitre leonado ha enfrentado numerosos desafíos, incluyendo la pérdida de hábitat, envenenamiento por el uso indebido de pesticidas y cebos envenenados destinados a otros animales, y la reducción de la disponibilidad de cadáveres debido a las prácticas modernas de gestión del ganado. Sin embargo, gracias a esfuerzos de conservación y programas de reintroducción, la población de buitres leonados ha experimentado una recuperación en algunas áreas de su distribución.
La presencia del buitre leonado en el cielo es un espectáculo majestuoso y un recordatorio del intrincado equilibrio de nuestros ecosistemas naturales. Estas aves no solo contribuyen a la salud del ambiente eliminando desechos orgánicos, sino que también forman parte del patrimonio natural y cultural de las regiones donde habitan.
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