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Buitre dorsiblanco africano

Gyps africanus

Foto: Buitre dorsiblanco africano
Pesos y medidas
Longitud 94 cm
Peso de 4 a 7 kg
Descripción del animal
El Buitre dorsiblanco africano (Gyps africanus) es una especie de ave rapaz que pertenece a la familia Accipitridae, la cual incluye a las águilas, halcones y otros buitres. Este imponente buitre es nativo de África, distribuyéndose principalmente a lo largo del Sahel y en regiones del sur del continente. Se le reconoce fácilmente por su tamaño considerable y su característica apariencia.
Con una envergadura que puede superar los 2 metros, el Buitre dorsiblanco africano es un ave de gran tamaño. Su plumaje es mayoritariamente blanco, especialmente notable en la parte dorsal y en las alas, lo que contrasta con el resto de su cuerpo de tonos más oscuros. La cabeza y el cuello son de un color gris claro y están casi desprovistos de plumas, adaptación que les ayuda a mantener la higiene al alimentarse de carroña. Los ojos son de un tono amarillo brillante, y el pico, robusto y ganchudo, es perfecto para desgarrar carne.
Estos buitres son aves carroñeras, lo que significa que su dieta consiste principalmente en los restos de animales muertos. Esta alimentación les confiere un rol crucial en su ecosistema, ya que ayudan a limpiar el ambiente de restos orgánicos que podrían propagar enfermedades. A menudo se les ve volando a grandes altitudes, utilizando las corrientes térmicas para sostenerse en el aire mientras escudriñan el terreno en busca de comida. Cuando uno de ellos localiza un cadáver, rápidamente se congregan decenas de ellos, demostrando una impresionante capacidad para comunicarse y localizarse entre sí.
A pesar de su apariencia intimidante y su importancia ecológica, el Buitre dorsiblanco africano enfrenta serios desafíos para su supervivencia. La pérdida de hábitat, el envenenamiento y la caza han llevado a una disminución significativa de su población, situándolo en la categoría de vulnerable según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Estos problemas se agravan por el hecho de que son aves de reproducción lenta; las parejas suelen tener un solo huevo por ciclo reproductivo, y el cuidado parental se extiende por varios meses hasta que el juvenil es capaz de valerse por sí mismo.
Los esfuerzos de conservación para proteger al Buitre dorsiblanco africano incluyen la creación de áreas protegidas, programas de educación para reducir el envenenamiento y la caza, y estudios para entender mejor sus patrones migratorios y de alimentación. La preservación de esta especie es vital no solo para la biodiversidad africana, sino también para la salud de los ecosistemas en los que habita.
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