Pesos y medidas
Longitud |
de 22 a 30 cm |
Peso |
de 70 a 100 g |
Velocidad |
de 32 a 40 km/h |
Envergadura de alas |
de 34 a 43 cm |
Descripción del animal
La Chara azul (Cyanocitta cristata), también conocida como urraca azul en algunas regiones, es un ave paseriforme perteneciente a la familia de los córvidos, que incluye a los cuervos, cornejas y arrendajos. Este pájaro, famoso por su vistosa apariencia y su inteligencia, es nativo de América del Norte, donde habita bosques, áreas suburbanas y jardines desde el sur de Canadá hasta el noreste de México.
La Chara azul es fácilmente reconocible por su tamaño mediano, con una longitud de aproximadamente 25 a 30 cm y una envergadura de 34 a 43 cm. Su peso varía entre 70 y 100 gramos. El plumaje de estas aves es mayormente brillante azul en la parte superior y blanco cremoso en el vientre, con marcas negras en el cuello y alrededor de la cara. Una característica distintiva es la cresta en su cabeza, que puede erigir o aplanar dependiendo de su estado de ánimo. Los juveniles son de un gris más apagado con menos azul.
Una de las características más notables de la Chara azul es su capacidad para imitar sonidos, incluyendo los llamados de otras aves e incluso ruidos humanos. Esta habilidad, junto con su naturaleza curiosa y a veces audaz, la hace una presencia destacada en su hábitat. Son aves omnívoras, su dieta incluye una amplia variedad de alimentos: desde frutas, nueces y semillas, hasta pequeños invertebrados y huevos de otras aves. También son conocidos por usar herramientas, como usar ramas para obtener alimento, demostrando un nivel de inteligencia comparativamente alto entre las aves.
La Chara azul es monógama durante una temporada de cría, y ambos padres participan en la construcción del nido, que suele ubicarse en árboles o arbustos. El nido es una estructura bastante grande y desordenada, compuesta de ramas, barro, y forrada con raíces finas. La hembra pone entre 3 y 6 huevos, los cuales son de color azul claro o verde azulado, y ambos padres se encargan de incubarlos durante aproximadamente 18 días.
A pesar de su belleza y el interés que suscita, la Chara azul a veces es vista de manera negativa por su comportamiento agresivo, especialmente durante la temporada de cría, cuando defiende su territorio de intrusos, incluyendo humanos. También tiene la reputación de robar huevos y matar polluelos de otras aves, aunque esto constituye solo una pequeña parte de su dieta.
En términos de conservación, la Chara azul no se considera actualmente en peligro. Sin embargo, enfrenta amenazas debido a la pérdida de hábitat y los peligros asociados con la vida en áreas urbanas y suburbanas, como la colisión con ventanas y la intoxicación por pesticidas. A pesar de estos desafíos, la Chara azul ha demostrado ser adaptable, aprovechando las fuentes de alimento y los sitios de anidación que ofrecen los entornos alterados por humanos.
En resumen, la Chara azul es un ave fascinante, tanto por su apariencia como por su comportamiento, y juega un papel importante en la biodiversidad de su ecosistema. Su presencia en un área es un indicador de un hábitat saludable y de la complejidad de las interacciones entre las especies que componen su comunidad.
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