Foto: Fororrácidos
Pesos y medidas
Altura a la cruz de 0,6 a 3,5 m
Velocidad 50 km/h
Estado de conservación
Extinto
Descripción del animal
Los Fororrácidos, conocidos comúnmente como "aves del terror", son una familia extinta de aves no voladoras que pertenecieron al orden Cariamiformes. Estas criaturas habitaron principalmente en Sudamérica, aunque también se han encontrado restos en Norteamérica y posiblemente en otras partes del mundo, desde el Paleoceno hasta el Pleistoceno, lo que abarca un período aproximado de 60 millones de años hasta hace unos 2,5 millones de años.

Los miembros de la familia Phorusrhacidae eran predominantemente grandes, con algunas especies alcanzando alturas de hasta 3 metros, lo que les convertía en uno de los depredadores terrestres dominantes de su tiempo. Estas aves se caracterizaban por sus poderosos picos ganchudos, los cuales utilizaban para cazar presas, incluyendo pequeños mamíferos y posiblemente otros animales de mayor tamaño. Su estructura corporal sugiere que eran corredores rápidos, capaces de alcanzar a sus presas en una rápida embestida.

A pesar de su apariencia formidable, se cree que las aves del terror tenían plumas, aunque su capacidad para volar era nula o extremadamente limitada debido a su gran tamaño y a la estructura de sus alas. Su anatomía sugiere que estas aves estaban altamente adaptadas a un estilo de vida terrestre, con patas largas y fuertes adecuadas para correr y un centro de gravedad bajo que les permitiría realizar movimientos ágiles y rápidos.

La dieta de los fororrácidos era carnívora, y se cree que empleaban técnicas de caza activa para capturar y matar a sus presas. Su pico, además de ser una herramienta mortal para el ataque, probablemente también les servía para desgarrar la carne de sus víctimas. Aunque su método exacto de caza es materia de especulación, algunos científicos sugieren que podrían haber utilizado su pico para asestar golpes mortales o para atrapar y lanzar a sus presas contra el suelo o rocas para matarlas.

La extinción de las aves del terror sigue siendo objeto de estudio, pero se cree que cambios en el clima y la ecología, junto con la llegada de nuevos depredadores, incluidos los humanos, podrían haber contribuido a su desaparición. La presencia de grandes mamíferos carnívoros que colonizaron Sudamérica durante el Gran Intercambio Biótico Americano también pudo haber incrementado la competencia por los recursos alimenticios, llevando finalmente a su extinción.

En resumen, los fororrácidos representan un fascinante capítulo de la historia natural de nuestro planeta. Estas aves del terror, con su imponente tamaño, velocidad y ferocidad, dominaron los ecosistemas sudamericanos durante millones de años, hasta que cambios en su entorno y la competencia con nuevos depredadores marcaron el fin de su era.
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