Pesos y medidas
Descripción del animal
La Olmera (Nymphalis polychloros), también conocida como Tortuga grande o Pavo real grande, es una mariposa de tamaño considerable perteneciente a la familia Nymphalidae. Esta especie se distribuye principalmente a través de Europa, aunque su presencia se extiende hacia Asia, llegando hasta Japón. La Olmera tiene un ciclo de vida y características que la hacen particularmente interesante dentro del mundo de los lepidópteros.
La envergadura de sus alas puede alcanzar los 50 a 65 milímetros en los adultos, lo que les otorga una presencia imponente. Las alas de la Olmera presentan un patrón de colores cálidos y terrosos, con tonalidades que varían entre amarillos, marrones y naranjas, decoradas con pequeñas manchas negras que pueden parecer ojos en su superficie, lo que le proporciona una excelente camuflaje contra depredadores cuando reposa sobre la corteza de los árboles o entre hojas secas.
Su hábitat natural incluye bosques, huertos, parques y jardines, donde las plantas hospederas para sus larvas, principalmente diversas especies de árboles del género Ulmus (olmos), Salix (sauces) y Prunus, son abundantes. Estos entornos ofrecen las condiciones adecuadas para su ciclo de vida, que inicia con la puesta de huevos en la cara inferior de las hojas de estas plantas.
Las larvas de la Olmera son de color negro con manchas blancas y espinas ramificadas, lo que les proporciona una defensa natural contra los depredadores. Durante su etapa larvaria, se alimentan vorazmente de las hojas de las plantas hospederas, creciendo rápidamente hasta que están listas para formar su crisálida. La metamorfosis se lleva a cabo dentro de esta crisálida, de donde emergen las mariposas adultas, listas para continuar con el ciclo reproductivo.
La Olmera tiene una sola generación al año en climas más fríos, pero puede tener dos o más en regiones más cálidas. Durante el invierno, los adultos hibernan, lo que les permite sobrevivir a las condiciones adversas. Esta hibernación se realiza en lugares oscuros y protegidos, como grietas en rocas o troncos de árboles.
En cuanto a su comportamiento, las mariposas adultas se alimentan del néctar de una variedad de flores, mostrando preferencia por aquellas que tienen fácil acceso a su néctar. También se les puede encontrar absorbiendo la humedad y los minerales de suelos húmedos o frutas podridas, lo que complementa su dieta.
La Olmera, a pesar de su belleza y singularidad, enfrenta amenazas derivadas de la actividad humana, como la pérdida de hábitat debido a la urbanización y la agricultura intensiva, que reducen las áreas de alimentación y reproducción disponibles. La conservación de sus hábitats naturales es fundamental para asegurar la supervivencia de esta especie.
En resumen, la Olmera es una mariposa fascinante, tanto por su apariencia como por su ciclo de vida y comportamiento. Su presencia en los ecosistemas naturales es un indicador de la salud ambiental y biodiversidad, lo que subraya la importancia de su conservación.