Pesos y medidas
Estado de conservación
Descripción del animal
La Parina chica, conocida científicamente como Phoenicoparrus jamesi, es una especie de ave fascinante perteneciente a la familia de los flamencos. Esta especie, también conocida como flamenco de James, se encuentra principalmente en los altiplanos del sur de Perú, el norte de Chile, el oeste de Bolivia y el noroeste de Argentina, habitando en lagunas salinas y alcalinas situadas a grandes altitudes, a menudo por encima de los 3,000 metros sobre el nivel del mar.
Característicamente, la Parina chica es la más pequeña de las especies de flamencos, alcanzando una altura que varía entre 90 y 92 centímetros y un peso aproximado de entre 2 a 2.5 kilogramos. A pesar de su menor tamaño en comparación con otros flamencos, comparte con ellos su distintivo y elegante cuello largo y patas delgadas y extensas, que le permiten vadear en aguas poco profundas en busca de alimento. Su plumaje es predominantemente blanco rosado, con tonos más intensos de rosa en las alas, donde también destacan grandes manchas de un negro intenso.
Una de las características más notables de la Parina chica es su pico, que se distingue por tener una forma curvada hacia abajo, adaptación evolutiva que le facilita filtrar su alimento del barro y el agua. Este pico está especializado para su dieta, que consiste principalmente en algas, pequeños crustáceos y microorganismos que se encuentran en las aguas alcalinas de su hábitat. La técnica de alimentación de estos flamencos involucra agitar sus cabezas en el agua con el pico sumergido, filtrando así el alimento del lodo y el agua mediante estructuras especializadas llamadas lamelas.
La reproducción de la Parina chica ocurre en colonias, donde construyen nidos de barro en forma de montículo con una depresión en la parte superior para alojar un único huevo. Ambos padres participan en la incubación del huevo, que dura alrededor de 27 a 31 días. Una vez que el polluelo nace, es cuidado y alimentado por ambos progenitores hasta que es capaz de alimentarse por sí mismo.
La Parina chica enfrenta varias amenazas que han llevado a su clasificación como una especie de preocupación menor por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), aunque algunas poblaciones locales pueden estar en mayor riesgo. Entre estas amenazas se incluyen la extracción de minerales y la explotación de recursos hídricos en sus hábitats, lo que puede alterar las condiciones de las lagunas que necesitan para alimentarse y reproducirse. La conservación de sus hábitats naturales es fundamental para asegurar la supervivencia de esta especie única en el futuro.