Descripción del animal
El pato havelda, conocido científicamente como Clangula hyemalis, es una especie de ave acuática perteneciente a la familia de los anátidos. Este pato es notable por su impresionante habilidad para bucear y su distintivo plumaje, lo que lo convierte en una especie fascinante dentro del mundo aviar.
El pato havelda presenta un tamaño medio, con una longitud que varía entre los 40 y 50 centímetros y una envergadura de alas que puede alcanzar hasta los 70 centímetros. Su peso oscila entre los 600 gramos y 1 kilogramo, mostrando un ligero dimorfismo sexual en tamaño, siendo las hembras generalmente un poco más pequeñas que los machos.
Una de las características más llamativas del pato havelda es su plumaje. Durante la temporada de apareamiento, el macho luce un plumaje nupcial espectacular, con un cuerpo predominantemente blanco, excepto por la espalda, que es negra. La cabeza es también negra con reflejos verdosos y presenta un notable parche blanco en forma de media luna a ambos lados de la cabeza. Por su parte, la hembra y los ejemplares jóvenes tienen un plumaje más discreto, dominado por tonos marrones y grises, lo que les proporciona un excelente camuflaje.
Este pato es conocido por su capacidad para sumergirse y nadar bajo el agua en busca de alimento. Su dieta está compuesta principalmente por peces pequeños, crustáceos e invertebrados acuáticos. Para capturar su presa, el pato havelda puede bucear a profundidades considerables y permanecer sumergido durante varios segundos.
El hábitat preferido del pato havelda incluye aguas frías del Ártico y subárticas, tanto en mar abierto como en costas rocosas y estuarios. Durante la temporada de cría, prefieren las zonas costeras con abundante vegetación acuática donde puedan construir sus nidos. En cambio, durante el invierno, migran hacia aguas más templadas, pudiendo ser avistados en costas y estuarios más al sur.
La migración es un aspecto crucial en la vida del pato havelda. Estas aves son conocidas por sus largas migraciones desde sus áreas de cría en el norte hacia lugares más cálidos para pasar el invierno. Durante estas migraciones, pueden formar grandes bandadas, lo que ofrece un espectáculo impresionante para los observadores de aves.
En cuanto a su reproducción, el pato havelda anida en el suelo, cerca del agua. La hembra es responsable de la construcción del nido, que suele estar bien oculto entre la vegetación. Pone entre 5 y 10 huevos, los cuales incuba durante aproximadamente un mes. Los polluelos son precoces y capaces de nadar y alimentarse por sí mismos poco después de nacer, aunque permanecen bajo el cuidado de la madre hasta que son capaces de volar.
A pesar de enfrentar amenazas como la pérdida de hábitat y la contaminación de las aguas, el pato havelda aún mantiene poblaciones relativamente estables. Sin embargo, es crucial continuar con los esfuerzos de conservación para asegurar la supervivencia de esta notable especie en el futuro.