Pesos y medidas
Descripción del animal
El Abejaruco golondrina, cuyo nombre científico es Merops hirundineus, es una especie de ave perteneciente a la familia Meropidae, conocida por su impresionante belleza y sus habilidades de vuelo. Esta especie se encuentra principalmente en África, desde Senegal y Gambia hasta Etiopía y el sur de África. Es un ave migratoria que se desplaza según las estaciones, buscando climas más cálidos o áreas ricas en alimentos.
Con una longitud de aproximadamente 20 a 22 centímetros y un peso que varía entre 20 y 35 gramos, el Abejaruco golondrina es una criatura esbelta y aerodinámica. Su plumaje es vívido y colorido, característica distintiva de los abejarucos. Predominan los tonos verdes en la mayor parte de su cuerpo, con destellos azules y amarillos que varían según la luz. La garganta es de un amarillo brillante, separada del verde del pecho por una banda negra. Las alas y la cola son largas y puntiagudas, con colores que van del verde al azul turquesa, lo que les otorga un aspecto elegante y llamativo en vuelo.
Estas aves son conocidas por su espectacular método de caza. Se alimentan principalmente de abejas, avispas y otros insectos voladores, los cuales capturan en pleno vuelo con una precisión asombrosa. Su técnica consiste en lanzarse desde un posadero elevado, como una rama o un alambre, para atrapar a su presa en el aire con su afilado pico. Antes de ingerir a insectos que puedan ser peligrosos, como las abejas, los golpean contra una superficie dura para extraer el aguijón y la bolsa de veneno, una habilidad que demuestra su inteligencia y adaptabilidad.
El Abejaruco golondrina es una especie gregaria, especialmente fuera de la temporada de cría. Forman grandes grupos que pueden verse descansando juntos en las ramas de los árboles o volando en formaciones impresionantes en busca de alimento. Durante la temporada de cría, sin embargo, se vuelven más territoriales. Anidan en colonias, escavando túneles en barrancos o taludes de ríos arenosos. Estos túneles, que pueden tener hasta dos metros de profundidad, terminan en una cámara donde la hembra deposita de 2 a 5 huevos.
La reproducción tiene lugar una vez al año, y ambos padres participan activamente en la incubación de los huevos y en el cuidado de los polluelos. Los jóvenes abejarucos son alimentados con una dieta rica en insectos, lo que les proporciona las proteínas necesarias para su rápido crecimiento.
A pesar de enfrentarse a amenazas como la pérdida de hábitat y el uso de pesticidas que disminuyen su fuente de alimento, el Abejaruco golondrina no se considera actualmente una especie en peligro de extinción. Sin embargo, es crucial mantener esfuerzos de conservación para asegurar que estas aves coloridas y beneficiosas continúen adornando los cielos de África con su presencia.