Foto: Tarro blanco
Descripción del animal
El Tarro blanco (Tadorna tadorna) es una especie de ave anátida perteneciente a la familia de los patos, gansos y cisnes (Anatidae). Este pájaro presenta un aspecto distintivo y elegante, lo que lo hace fácilmente reconocible entre otras aves acuáticas.
Con un tamaño que puede oscilar entre los 58 y 67 centímetros de longitud, y una envergadura alar que ronda los 110 a 133 centímetros, el Tarro blanco es un ave de tamaño mediano. Su peso varía entre los 900 gramos y 1.6 kilogramos, dependiendo del sexo, la edad y la época del año.
El plumaje de esta especie es particularmente llamativo. Los machos y hembras presentan diferencias sutiles en su apariencia, aunque ambos comparten las características más notables. El cuerpo del Tarro blanco es predominantemente blanco, de ahí su nombre común. La cabeza muestra un color verde oscuro, casi negro, que contrasta con el blanco del cuerpo. Una de las características más distintivas es una banda ancha de color castaño rojizo que rodea el pecho, separando el blanco del cuello del resto del cuerpo. Las alas, cuando están cerradas, muestran un patrón de color negro y blanco, con espejuelos verdes que se hacen visibles en vuelo. El pico es de un color rosado intenso, y las patas son de un gris rosado.
Habitan en una variedad de ambientes acuáticos, desde costas marinas hasta lagos de agua dulce, estuarios y ríos. Su distribución geográfica abarca desde el noroeste de Europa y el norte de África hasta el oeste de Asia. Son aves migratorias y se desplazan hacia el sur para pasar el invierno en regiones más cálidas.
La dieta del Tarro blanco es variada e incluye invertebrados acuáticos, pequeños peces, moluscos, y en ocasiones, semillas y vegetación acuática. Su alimentación se adapta según la disponibilidad de recursos en su hábitat.
En cuanto a su reproducción, el Tarro blanco es monógamo y suele anidar en cavidades, como troncos huecos, madrigueras abandonadas o incluso, utilizando nidos artificiales. La hembra pone entre 8 a 12 huevos, los cuales son incubados durante aproximadamente 29 a 31 días. Los polluelos son precoces y capaces de abandonar el nido a las pocas horas de nacer, aunque permanecen bajo el cuidado de sus padres hasta que son capaces de volar.
El Tarro blanco es apreciado por su belleza y por su papel en los ecosistemas acuáticos como controlador de poblaciones de invertebrados y como indicador de la salud de los humedales. A pesar de enfrentar amenazas como la pérdida de hábitat y la contaminación, actualmente no se considera en peligro de extinción. Sin embargo, es crucial continuar con las medidas de conservación para asegurar su supervivencia a largo plazo.
Mapa de
Foto: Tarro blanco - distribución
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